Acaba de llegarnos a la redacción de Cabronews, el caso de Guillermo Yemal, un vecino de Granada, que tras 12 años de sordera absoluta, decidió ponerse unos audífonos sin decirle nada a su mujer e hija porque desconfiaba de ellas.

Guillermo, al no enterarse de nada desde hacía tanto tiempo, sentía que tanto su mujer como su hija le habían desplazado, no recibía ningún síntoma de cariño o afecto, y por sus actitudes y gestos, sospechaba que algo se traían entre manos.

Tras la implantación de sus audífonos nuevos, el astuto Guillermo consiguió oír a su mujer hablando con un uno de sus amigos por teléfono, una conversación muy subida de tono y en presencia de su hija. Al término de esa llamada que destapó una muy posible infidelidad de su esposa, su hija, realizó una nueva llamada, esta vez al hijo de este amigo Guillermo.

En sólo dos días, este granadino había descubierto que su mujer e hija quedaba con su amigo y su hijo para pasar las tardes. Al pedir explicaciones, la mujer y la hija de Guillermo mantenían que quedaban con ellos para jugar al mus, pero lejos de creerlas, Guillermo ya ha puesto toda la documentación en manos de sus abogados para desvincularse de ellas lo antes posible.