El anuncio de Pfizer de que su vacuna contra el coronavirus funciona en un 90% de casos es esperanzador. Tanto es así que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado esta mañana en una rueda de prensa que, para demostrar su fiabilidad, la primera dosis de esta vacuna mandará a ponérsela su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.

El compuesto de la farmacéutica estadounidense, fabricado junto a la empresa de biotecnología alemana BioNTech, todavía está pendiente de aprobación. Además, se basa en resultados preliminares y necesita estudiarse en más personas, lo cual podría reducir su estimación de eficacia. Por este motivo, Sánchez no ha dudado en afirmar que si hacen falta personas para probar la nueva vacuna, sus socios de Gobierno, los diputados de Unidas Podemos, serán los primeros en presentarse voluntarios.

«De momento pedimos cautela a la ciudadanía, no hay motivos aun para ser pesimistas respecto a la vacuna, primero la testearemos con Iglesias y algunos miembros de su partido, y según como salga la cosa pues ya vamos viendo, pero la cosa pinta bastante bien según los informes que nos han llegado desde la farmacéutica estadounidense», explicaba el presidente del Gobierno.

«Iglesias me ha confesado que está un poco asustado con el tema de ser el primer español en ponerse la vacuna y me ha preguntado que si no puede ser otra persona mejor la que se vacune primero, pero le he dicho que nuestro Gobierno tiene que dar ejemplo a los ciudadanos y hacerlos sentir tranquilos y confiados y nadie mejor que él para ser el conejillo de Indias y ganarse así el respeto y confianza de sus conciudadanos», sentenciaba Sánchez.