Tras las nuevas medidas de restricciones impuestas por el Gobierno andaluz, las iglesias de toda Andalucía han experimentado en su primer día de restricciones un récord histórico de asistencia en sus templos, al ser el único lugar donde sirven vino a partir de las 6 de la tarde.

El arzobispado, desbordado por la afluencia de personas, está barajando la posibilidad de untarle a las ostias consagradas roquefort y anchoas o jamón para venderlas como aperitivo y sacar tajada de este aluvión de visitas que se esperan hasta que se levanten las medidas impuestas.

Rouco Varela, ha mandado un comunicado a cada iglesia y parroquia del territorio andaluz. «Tenemos que poner más variedad en vinos y poner una tirador de cerveza en los confesionarios para tener varios puntos de servicio en todas las iglesias de Andalucía. Es el momento de captar a nuevos feligreses y fidelizarlos para siempre»

«Son dos semanas para ganar adeptos y llenar los cepillos. Cuando estén hartos de vino hay que intentar sacarles el número de cuenta, diciéndoles que se les dará un carnet preferente con descuentos, y cobrarles una cuota fija mensual y eterna. Está en nuestras manos que la gente vuelva a ir a las iglesias y como este momento no tendremos otro. Palabra de Dios». Esta fue la arenga del máximo poder eclesiástico a todos los curas y sacerdotes andaluces.