“Los empresarios de los chiringuitos malagueños llevan años permitiendo la tortura de las sardinas. Dichos locales, que viven de hacer sufrir a estos animales indefensos, pretenden camuflar de dieta mediterranea el trato vejatorio que tienen sobre la parrocha. Desde el Partido Animalista consideramos que existen innumerables formas de cocinar la sardina sin ser tratada de esa manera”, comunicó PACMA desde su pagina web oficial.

El Partido Animalista ha notificado al Ayuntamiento de Málaga y al SEPRONA esta irregularidad, que vulnera la Ley 1/1990 de Protección Animal de la Junta de Andalucía. Los hechos denunciados son constitutivos de una infracción a la que podría corresponder una pena de multa de hasta 1401,02 euros, ya que queda prohibido terminantemente desde esa fecha el cocinar animales vivos. “Tenemos constancia de que más de el 55% de los espeteros introducen la varilla de hierro en el cuerpo del pescado y los ponen a la brasa antes de morir”.

También, según la Ordenanza municipal para la protección animal de Málaga, “queda prohibido servir sardinas de menos de 7 centímetros, y hacerlo como reclamo publicitario”Son infracciones graves y les corresponde una multa de 600 a 3000 euros.

Desde PACMA estaremos vigilantes para evitar que la sardina sea espetada antes de morir y tomaremos medidas legales en caso de que llegue a producirse. Lamentamos que legalmente todavía se puedan celebrar corridas de toros y que nadie piense en la sardina. Seguiremos trabajando para que la legislación proteja de manera definitiva a éste ser vivo, que con sal y limón está cojonudo”, concluye el comunicado.