Comerle la concha a tu novia 3 veces por semana es equivalente a ingerir 700 gramos de pescado. Así lo ha confirmado un grupo de científicos y nutricionistas argentinos tras corroborar un estudio realizado por 4 estudiantes de la Universidad politécnica de Buenos Aires. La investigación ha sido liderada por German Lux, un alumno de 23 años que se encuentra en tercero de nutrición. Con un elenco de 7 compañeros más, presentaron esta tesis a final de curso y obtuvieron la nota mas alta de toda la Facultad, ganando así una beca de 4.500 euros para estudiar en Europa.

En total fueron 50 chicas y 50 chicos los que se prestaron de forma voluntaria para someterse al estudio. La mitad de las parejas debían ingerir 233 gramos de pescado azul cada 3 días durante todo el tratamiento. En cambio la otra mitad tenían que practicar cunnilingus a sus parejas 3 veces por semana. Así 60 días días seguidos.

Durante todo el tiempo que duró el estudio, la sangre de los 100 voluntarios iba siendo analizada semanalmente, centrándose principalmente en los niveles de Omega 3, Mercurio y Fósforo. Finalmente y tras 8 largas semanas de duro trabajo, las pruebas sanguíneas hablaban por si solas. El 70% de los varones que chuparon almeja durante 3 veces al día tenían valores nutricionales idénticos a los que se estuvieron alimentando a base de pescado, solamente el nivel de mercurio era claramente superior en los que no practicaron cunnilingus.

German Lux recalca que no importa si la mujer es tu pareja o no, lo importante es que el chichi esté sano y limpio, “Preferiblemente es mejor recién salido de la ducha, con olor a fructis de garnier.” dice seriamente. El científico chileno Diego Pastore ha sido quien ha justificado este fenómeno tan inverosímil, “La almeja en estado de excitación desprende moléculas de Fósforo y Omega 3 a través de unas glándulas sudoríparas que tienen en la pepitilla. Si en ese preciso instante ingerimos esos fluidos nuestros niveles de Omega 3 y fósforo aumentarán al igual que cuando comemos pescado. Es sencillo de entender”. 

Si es verdad que a muchos hombres les gusta comer vagina después de que su chica haya hecho deporte o después de hacer 2 o 3 “pipís”, pero los estudiantes defienden que si el conejo no está limpio completamente el resultado no será el mismo. Además, advierten del peligro que conlleva esta practica si no se realiza en buenas condiciones, “Lamer una panocha con restos de sudor o pipí puede elevar hasta en un 20% las posibilidades de sufrir cáncer de lengua”. Concluye.