El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha propuesto esta mañana en el Congreso de los Diputados que debido a la enorme crisis económica generada por la pandemia de coronavirus, la única solución posible para recuperar la economía es subir el salario mínimo interprofesional de los 950 euros brutos mensuales que hay establecidos hoy en día hasta los 1800 euros mensuales.

«Es de vital importancia que subamos el SMI a 1800 euros brutos mensuales a los ciudadanos. Además de esta manera tendremos un sueldo mínimo similar al de los alemanes y al del resto de países punteros europeos. Bastante tienen ya los españoles con el virus y con las restricciones que les estamos imponiendo para salir de esta crisis mundial sin precedentes que nos está provocando la pandemia», explicaba el líder de Unidas Podemos. «Si le subimos a los españoles el salario se verán más desahogados, y podrán gastar sus ahorros en los bares que actualmente se encuentran muy necesitados y en los comercios que también lo están pasando fatal en estos momentos. El dinero se moverá de una mano a otra y se reactivará la economía», aseguraba el número dos del Gobierno de Pedro Sánchez.

«Estos ingresos además permitirían a los ciudadanos tener una mejor calidad de vida, y si bien es cierto que no podrían permitirse un casoplón como el mío, al menos tendrían el suficiente dinero como para comprarse una buena vivienda con pistas de padel, que ahora está muy de moda ese deporte, y podrían irse de vacaciones en cualquier época del año a las Islas Canarias o a Baleares que ahora más que nunca necesitan del turismo nacional, ya que el turismo extranjero se encuentra un poco restringido con las restricciones provocadas por el dichoso virus», aclaraba Iglesias.

«Lo he hablado con el presidente del Gobierno, y aunque en principio no lo tiene muy claro, me ha dicho que si convenzo al resto de socios del Gobierno, y conseguimos una mayoría clara con esta propuesta, ve con buenos ojos la idea de subir el salario mínimo. Sánchez me ha expresado que de esta manera podríamos ganar las siguientes elecciones con mayoría absoluta sin tener que depender de nuestros socios catalanes y vascos y con esto además recuperaríamos el cariño y la confianza de los españoles que se encuentran en una situación precaria y pasando necesidades», sentenciaba el marido de Irene Montero en rigurosa exclusiva.