El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, invitó ayer a las 5 de la tarde a los manifestantes que se encontraban en la puerta de su casa en Galapagar cantando el «Cara al Sol» y gritando «Viva España» mientras insultaban y amenazaban a su familia, a que se dieran un chapuzón en su piscina ofreciéndoles un refrigerio y un piscolabis para paliar las altas temperaturas.

«Me da cosa que caiga redondo al suelo algún manifestante por un golpe de calor y encima nos culpen a mi mujer y a mí de lo que le pueda llegar a pasar. Van con las mascarillas, las banderas de España atadas en el cuello y muy excitados a 40 grados a la sombra que hace a esas horas. Cualquier día lamentamos una tragedia», explicó Pablo Iglesias en sus redes sociales justificando la invitación.

No todos los asistentes aceptaron la invitación pero algunos de los que accedieron a la casa del Vicepresidente y la Ministra de Igualdad, se sorprendieron de lo hospitalarios y buenos anfitriones que fueron. «Yo me puse de cerveza y jamón de pata negra hasta las manillas. Se han portado de escándalo con nosotros, mi mujer y yo no volveremos a llamar al coletas ‘rata’ porque es un hombre espléndido», comentó a un reportero de Cabronews un matrimonio a la salida del «casoplón».

No obstante, Iglesias ha querido recordar que está a favor de los escraches pero pide por favor que le dejen algún día de descanso y así poder sacar a sus hijos al parque para que puedan relacionarse y socializar con sus «amiguitos» de la urbanización. El resto de días el Vicepresidente ha prometido a los manifestantes que les preparará nuevas sorpresas.