Los hombres más ricos del planeta ya no compiten solo para ver quién acumula más bienes en la Tierra. Ahora, su riqueza se ha convertido en el combustible de una nueva etapa de la exploración espacial: la carrera de los ricos para conquistar, metafóricamente, el espacio.

Este semana, por ejemplo, el magnate estadounidense Jeff Bezos, el antiguo rostro de Amazon, ha hecho gala de la primera misión tripulada de su compañía Blue Origin. Igual que hace tan solo nueve días, Richard Branson, fundador de Virgin Galactic, presumía de mismo hito con su empresa.

El exvicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, no ha querido quedarse atrás, y esta mañana ha anunciado que él será el siguiente multimillonario en viajar al espacio. «Quiero investigar bien el espacio por si puedo montar un nuevo partido político donde la gente sea más agradecida conmigo y me valore más. Igual allí consigo captar a nuevos comunistas», explicó el expolítico multimillonario español.

«También tengo pensado comprarme otro casoplón en el espacio más grande que el que tengo en Galapagar, por si en algún momento me enfado con Irene, no tener que dormir en el sofá. En ese caso podría coger mi nave e irme al espacio a mi pedazo de chalet, a disfrutar de la tranquilidad y de las increíbles vistas estelares. Para ello tengo que montar una base espacial en Galapagar, pero no creo que sea eso un problema, voy sobrado de pasta», concluyó Pablo Iglesias pletórico de entusiasmo con su nueva idea.