La pasada noche del viernes fue detenido el dueño de un puticlub de un pueblo de Girona tras haberse demostrado que llevaba casi un año echando Viagra en las bebidas de su clientela para aumentar los beneficios de la actividad.

Según parece el puticlub que dirigía este señor, llevaba unos años presentando pérdidas hasta que se le ocurrió «potenciar el apetito sexual” de sus clientes cargando sus «cubatas» con medio comprimido del famoso fármaco. Desde entonces el negocio creció de manera exponencial.

«No entiendo por qué me detienen por un presunto delito contra la salud pública si con el gesto que he tenido he hecho feliz a todo el mundo. Las señoritas ganan más dinero, los clientes están fuertes como robles del ejercicio que hacen, y las señoras de éstos más contentas porque hasta tienen más relaciones que antes», confesó orgulloso el detenido.

Fuentes policiales han asegurado en una rueda de prensa ofrecida a Cabronews, que esta mala praxis, está proliferando en España más de lo que se desearía y están consiguiendo que los que visitan estos locales, no sean capaces de funcionar en la cama con normalidad porque se hacen dependientes al fármaco y no se les «levanta» el ánimo si no visitan sus puticlubs de confianza.