Enrique Ponce y Ana Soria son la pareja del verano. El torero ha encajado perfectamente en el entorno familiar y amigos de la joven. El pasado sábado salieron solos los chicos de la pandilla por Almería, la tierra natal de Ana Soria, dejando a las chicas en un yate propiedad de Enrique.

El grupo de amigos de la nueva novia del torero se llevaron a Enrique de fiesta por los garitos que suelen frecuentar todos los fines de semanas, pero antes y como de costumbre, hacen un botellón en el aparcamiento de la zona de ocio nocturno almeriense para «entonarse» un poquito antes de entrar en los bares de copas.

La gran cantidad de chavales que se encontraban en el aparcamiento no permitía respetar el distanciamiento social y casi todos los asistentes no hacían uso de mascarillas de protección, por lo que no tardó la policía municipal en personarse en el aparcamiento para disolver el botellón.

Muchos jóvenes fueron denunciados por los agentes aunque el torero y su pandilla consiguieron escabullirse entre la muchedumbre, librándose de las denuncias pero en la huída perdieron una botella de Malibú, otra de Licor 43, media de Martini, dos litros de zumo de piña, dos litros de batido de chocolate, una bolsa de gominolas y dos cogollos de yerba.