Nos llega en rigurosa exclusiva a Cabronews la denuncia de Débora Dulces, sevillana de 57 años, y clienta habitual de una popular pastelería del barrio de Triana, que tras pedirle a la pastelera algo que no engorde y sin azúcar no se le ocurrió otra cosa que darle tres servilletas. Débora se ha visto obligada a demandar a la pastelería por daños y perjuicios ya que según nos ha contado en una entrevista se quedó con las ganas de un buen pastel sin azúcar y bajo en grasa.

«Aquí en Sevilla la gente tiene mucha guasa pero yo en temas de pasteles no gasto bromas ni las acepto», explicaba la denunciante a uno de nuestros reporteros. «Se puede hacer la gracia, pero rápidamente me debería de haberme puesto una palmera gigante de chocolate, para quitarme el enfado, pero no lo hizo la saboria», aseguraba Débora.

«Llevaba toda la mañana con el antojo de dulce, y lo que menos ganas tenía era de aguantar el chiste de una flacucha que no tiene ni idea de lo malo que es querer comerte un buen pastel y no poder por culpa de la dieta. No me salté el mostrador y le pegué dos tortas porque con los kilos que peso no estoy muy ágil y al final me habría pegado la flaca a mí, pero ganas no me faltaron», afirmaba.

«Ya he avisado a su jefa que es mi pastelera de toda la vida y le he dicho que si me manda un par de palmetas de chocolate y cuatro napolitanas a mi casa retiro la denuncia de la comisaría y perdono a su joven dependienta, a la espera estoy de ver cómo se resuelve todo este asunto», sentenciaba Débora.