Hoy se ha dado a conocer la primera sentencia que condena a un ciudadano con piscina particular por tenerla solo para él durante todo el periodo estival. Juan Remojo tendrá que pasar tres largos años en la cárcel para reinsertarse y volver a la sociedad siendo más generoso con sus vecinos del pueblo sevillano de Écija.

«Aquí en verano para freír huevos salimos a la calle y los hacemos sobre la acera para ahorrar aceite y luz, imagínese la profunda tristeza de saber que Juan Remojo tiene la piscina a estrenar, con su cloro y todo y cerrada porque está en la playa. Lo hace cada año para ponernos malas de los nervios.» afirma Fátima Secano, una de las vecinas puerta con puerta que interpuso la denuncia.

«Ahora el juez nos ha dado la razón y yo ya he tirado el tabique de mi cuarto que da a su casa y he diseñado un pasillo directo a su jardín…» «pero la felicidad aún no es completa» nos dice en voz baja, «le hemos pedido las llaves del cuartillo que es donde tiene las colchonetas y las sillas de playa porque si no aquello va a ser un rollo, a ver si no se demora que hay gente pa tó», nos cuenta con rintintín.