Lo que era un secreto a voces ha sido admitido finalmente por el obispo de Pamplona y también cineasta en su tiempo libre, Patxi Hostiabiendá, quien a preguntas de nuestro intrépido reportero Paco Tilla, ha terminado admitiendo que la inmensa mayoría de los ferigreses son extras contratados por la Santa Sede.

«La Iglesia necesitaba un cambio, las iglesias estaban vacías y las misas se estaban volviendo tediosas, mujeres mayores aburridas hasta decir basta matando las horas muertas en los confesionarios, los curas nos pedían un cambio urgente y hemos dado un paso para profesionalizar la liturgia», nos cuenta Patxi.

«Ahora además de llenar las capillas vemos desmayos, llantos desgarrados, ¡hasta cantos improvisados! hemos introducido elementos dramáticos para que ir a misa sea una verdadera aventura».

«Lo próximo será sacar el abono familiar de temporada, ¡no puedo dejar de pensar lo orgulloso que estaría Jesús de nosotros!» concluye Patxi.