A oídos de nuestros redactores ha llegado el caso de Marco Municando, un operador de Movistar que confundido tras 16 horas hablando con extraños marcó su propio número de teléfono y acabó entablando una conversación consigo mismo como comercial y como persona corriente.

«La verdad es que me vi muy convincente, escuché con mucha atención los parabienes del paquete de Movistar y sentí un deseo irrefrenable por contratarlo, de hecho en ese momento sentí que era lo mejor que había hecho en mi vida», nos cuenta Marco.

«Hace poco tuve que llamarme de nuevo porque me estaba dando problemas el módem y eso no fue tan agradable, me tuve que calmar porque de gritar me estaba quedando sin voz y de tanto insultarme caí en una profunda depresión».

«Fue en ese momento cuando un buen amigo me dijo que ese con el que hablaba era yo mismo, que me tomara un merecido descanso y fuese a un médico especialista y lo cierto es que la mitad de mí le hizo caso y la otra mitad le ignoró ¡así que ahora me sigo llamando pero nadie lo coge!», finaliza mientras se toma su decimotercera pastilla.