Alberto Ojo Abierto, asturiano de 36 años natural de Cudillero, acaba de escribir su nombre en la historia del Everest por provocar la mayor avalancha de la historia al tirarse un pedo alimentado con la ingesta masiva de garbanzos de un potaje de la abuela que llevaba desde Asturias y programado para comerlo justo antes de intentar conquistar la cima.

No habían pasado más de tres horas de subida cuando Alberto empezó a notar que los garbanzos empezaban a petardear con fuertes flatulencias, fue en ese momento cuando el alpinista decidió ponerse en la cola de la expedición para no apestar a los compañeros y compañeras que venían detrás.

Esa decisión le salvó la vida a más de uno. Ya estando el último de la fila, Alberto se relajó y soltó el pedo más grande que jamás se había pegado sin pensar en las consecuencias que ese pedo iba a tener en la montaña más alta del mundo. Ese pedo del asturiano, pudo haber provocado una catástrofe sin precedentes en el Everest, pero gracias a ese gesto tan respetuoso, todo quedó en un susto histórico al no sepultar a nadie la gran lengua de nieve que se desprendió tras el fuerte estruendo.

Desde Cabronews no queremos dejar pasar la ocasión de felicitar a Alberto Ojo Abierto, que aunque no llegara a conquistar el Everest, si ha escrito su nombre con letras doradas en el mundo del montañismo internacional.