Abraham Mateo, un agente de la Policía Nacional en Santander, ha sido despedido este lunes por saludar con el gesto nazi para ordenar a los vehículos que se detengan durante un control rutinario. Un ciudadano de a pie se encontraba visualizando la escena y grabó hasta en 17 ocasiones a este agente hacer el gesto hitleriano a los coches que consideraba, debían parar. Fue este usuario quien publicó los videos en redes sociales mencionando a @polishia.

“Cuando vi los videos no tuve ninguna duda de que debíamos despedir a este policía”, ha señalado el jefe de la Policía Nacional de Madrid, José Ceballos, el que fuera portero del Racing de Santander, en una rueda de prensa en la jornada vespertina.  La fiscal ha indicado que Mateo detuvo hasta 17 vehículos utilizando este gesto, acompañándolo en numerosas ocasiones del grito “Sieg Heil” y a veces soltaba un “¡Aupa Athletic!” mientras se encontraba en un control en la rotonda de Cuatro Caminos. Lo que indignó aún mas si cabe a todos los conductores cántabros. Según la fiscal, Mateo reconoció los hechos y aceptó la decisión.

“Yo paro a la gente como quiero, que para eso soy policía. Que más da que haga un movimiento circular con el pirulí, que ponga la palma en alto, o que haga el saludo nazi si lo que estoy diciendo en todo momento es el mismo mensaje. Ordenar parar. No me considero fascista ni mucho menos, todo era una broma que ha acabado de la peor manera para mí. Por lo menos tengo un buen finquito y un buen paro. No como el resto de españoles”, explicó el ya ex agente en su cuenta de Instagram.

Un conductor al que paró este agente ha expresado su indignación y ha subrayado que “hoy en día cualquiera se hace policía”, y explicó durante una entrevista como vivió en primera persona el encontronazo con el mencionado agente. “Yo cuando vi que levantaba su brazo derecho y gritaba Sieg Heil no daba crédito. Me parece una falta de respeto a todas las víctimas del holocausto, espero que recapacite bro. Encima cuando me paró me pidió la documentación y me dijo que si le prometía que votaré a Vox en las próximas elecciones me dejaba continuar. Obviamente le dije que sí porque tenía una piedra de hachís en la guantera, y me dejó marchar. Cumplió su palabra, aunque eso no quita para que sea idiota”.