Agentes de La policía Local y la Nacional de San Fernando (Cádiz), con ayuda de dos familias de una etnia que no podemos decir pero que escuchan Camarón, intervinieron una famosa churrería del municipio conocida por su chocolate con churros diurno además de por su puntual apertura a las 06:00 de la mañana desde hace más de 45 años. Según el informe policial y el testimonio de los morenitos cuya etnia seguimos sin poder decir; En el interior del local había unas 30 o 40 personas que acudieron a un “After” organizado por el propietario del establecimiento, varias de ellas sin mascarilla y con síntomas de tener el bicho.

El motivo que llevó al cierre de la churrería y al desalojo de la misma fue, claramente, incumplir reiteradamente las medidas anti Covid-19. Además los morenos que escuchan Camarón y Camela atestiguaron que también ha habido ruidos a partir de las 06:00 de la mañana desde que se declaró el nuevo estado de alarma y como consecuencia el toque de queda que restringe la movilidad nocturna de personas y vehículos. “Aaaaayyy chachooooooo lo payoooooo no zooon responsableeees. Zooolo pienshaaan en fieztaaaa y les no importan salud la de las personas payoooooooo. Pa esoooo estaaaaan Ramón”, fue el audio de Whatsapp que dio la voz de alarma a las autoridades, y que escucharon gracias a un móvil pinchado de un posible narcotraficante.

Desde el nuevo decreto de Estado de Alarma Nacional se han puesto en San Fernando 19 denuncias por no llevar mascarilla, 120 por beber alcohol en la calle, 2 por pincharse heroína, y una por vestir la camiseta de Bogarde del F.C. Barcelona de la temporada 1998-1999. Dicha camiseta la prohibió el alcalde de San Fernando en 2001 después de que el propio jugador dijera que los isleños no saben castellano. Volviendo a la noticia que protagoniza este absurdo artículo, hemos de decir que el dueño de la Churrería asumió los hechos y su responsabilidad minutos antes de anunciar que se quitará la vida si le imponen alguna sanción económica; “Nos llevan a la ruina. Buscamos soluciones, los jóvenes quieren After y quieren droga. Son la única posibilidad para que yo sobreviva, y si me multan me tiro al Río Arillo con una mancuerna de 50 kg. Di sí a las churrerías After”, publicó en Twitter.