Mientras otros políticos pasan la jornada del sábado previo a las elecciones haciendo campaña encubierta bajo actos cotidianos pero cargados de tintes políticos, Santiago Abascal ha decidido ser fiel a las normas y pasar la jornada de reflexión haciendo lo que realmente se debe hacer, que es reflexionar.

En su caso, se le ha podido ver en un parque cercano a su lugar de residencia con aire pensativo, saludando a las pocas personas que se le han acercado a saludar o pedir un autógrafo.

Abascal ha paseado, ha pasado ratos sentado en los bancos e incluso le ha echado pan duro a las palomas, todo esto con mirada distraída mirando al horizonte. En que estaría pensando es una incógnita, eso solo lo sabe él.