La embajada española en Turquía, acaba de alertar al Gobierno de España de la más que posible oleada de ciudadanos turcos a nuestro país. Esta oleada de visitantes turcos se debe a que en el país, se han puesto de moda los calvos y piensan que España es el mejor lugar del mundo para perder el pelo.

La tendencia la marcó Roberto Cabeza Bombilla, un gaditano muy moreno, que viajó a Turquía para implantarse pelo y nada más bajarse del avión, notó que todas las chicas con las que cruzaba la mirada se le insinuaban. Roberto, en menos de 24 horas consiguió intimar con más chicas en Turquía que en los últimos 5 años en España.

Como era de esperar, Roberto, retrasó su operación queriendo disfrutar de su calvicie al máximo los últimos días, despertando a los turcos su admiración. En pocas semanas, ya se veían algunos hombres simulando ser calvos y poco a poco se fue expandiendo la moda por todo el país, empujando a los más pudientes a viajar España en busca de una calva más natural, como la que lucía Roberto.

Tras la noticia de la avalancha de turcos a España, un grupo de jóvenes emprendedores, ya trabaja en un proyecto para conseguir trabajos precarios y alquileres desorbitados, como tratamiento para que los clientes que acudan a sus clínicas pierdan el pelo rápidamente y sin cirugías.