Llorando desconsoladamente, auxiliado únicamente por un pañuelo que le facilitó su mujer y con un hilo musical con la banda sonora de la película ‘Titanic’ de fondo, Messi se presentó en el Auditori 1899 del Camp Nou para decir adiós a su casa, la que, en sus palabras, «no estaba preparado para abandonar. El año pasado sí, y lo dije, pero este año no».

Entre agradecimientos a compañeros, técnicos, Messi ha respondido, «no sé» a la pregunta de si el club ha hecho todo lo posible por retenerle. «Lo que tengo claro es que yo sí hice todo lo posible. Le propuse a Laporta bajarme mi ficha un 1% y lavar la ropa de los entrenamientos en mi propia casa».

«El Cádiz es una posibilidad. A esta hora no tengo nada arreglado con nadie. Cuando salió el comunicado tuve muchas llamadas, varios clubes que se interesaron y todavía no tengo nada cerrado, pero sí que estoy hablando con la directiva del Cádiz para ver si me ponen un apartamento con vistas a la Playa de la Caleta y otro en Zahara de los Atunes en la Playa de los Alemanes, ha reconocido el argentino.

Messi afirmó que es el momento más duro de su carrera, se mostró abierto a un futuro homenaje y lamentó que «esta generación podía haber ganado una Champions más». A partir de ahora pienso tomármelo todo con más calma, llevo muchos años dando el 150%. Creo que en el Cádiz voy a hartarme de cervecita fría, de tortillitas de camarones, papas con chocos y pescaito frito, y a vivir que son dos días. Seré el próximo Mágico González cadista», concluyó Leo Messi.