Pablo Iglesias aprovechó la oportunidad de hablar ante millones de televidentes para anunciar por sorpresa que pretendía bajar el precio de la tapa de ensaladilla y de salmorejo en el bar que tiene pensado abrir tras las elecciones.

Así, en una de sus últimas intervenciones comenzó hablando de la política territorial y de las medidas que tiene pensado implementar para mejorar la competitividad de las empresas cuando de repente, se sacó la flamante nueva carta de su bar y aprovechó los últimos 40 segundos de su intervención para enumerar a toda velocidad los precios de derribo, para la gente de a pie, como él llama a sus futuros clientes.

«España es una gran nación, me encantaría ser presidente pero como la cosa pinta como pinta, en mi baja paternal estuve dándole vueltas a qué hacer si no salía elegido y me decanté por la idea de abrir un bar y llevarlo a mi manera» nos cuenta con brillo en los ojos.

«Aún estoy dándole vueltas al nombre pero me gusta mucho Casa Rojo. En el Casa Rojo haremos coloquios sobre temas diversos e interesantes como: Aprende a identificar el sexo de las ballenas o cómo vivir en casa de tus padres sin que se note.

También pondremos un contador para desahucios a tiempo real y haremos referendums para decidir la música que ponemos. Bueno y por supuesto, a los camareros les llamaremos camareras para que aprendan lo que se sufre siendo mujer en este gremio.»