A Alejandro Agag (49 años), haga lo que haga, en España le perseguirá para siempre el título de yerno del expresidente José María Aznar. Él, consciente del peso de tal atributo, le ha servido para cerrar innumerables negocios aunque no parecen ser muy rentables ya que el yerno de Aznar se ha visto obligado a pedir el Ingreso Mínimo Vital.

Visionario u oportunista, según se mire, ha decidido solicitar la prestación «no tengo nada a mi nombre, tanto empresas como bienes están puestas a nombre de mi mujer», señaló Alejandro.

Agag, actúa libremente por encima del bien y del mal. Es un empresario, un hombre dotado de una simpatía natural que le convierte en el jefe perfecto de un negocio donde mandan los contactos tanto como el buen hacer profesional. Lástima que no tenga ingresos con tanto carisma.

«Si mi mujer me dejara, además de pedir esta ayuda, iba a tener que acudir a las colas del hambre para poder alimentarme. Voy a tener que darme de alta como autónomo o que me hagan un contrato a media jornada aunque sea para poder tener una pensión el día de mañana», sentencia el Sr. Agag en exclusiva para Cabronews.