«El año que viene a ver quién es el maricón que tiene cojones de amenazarnos con pistolas de agua o de lanzarnos besos intimidatorios a distancia» nos cuenta una aún beligerante Inés Arrimadas, «el año que viene vamos a usar una carroza muy especial, un tanque de guerra que es lo que necesitan estos gays de extrema izquierda que inundan el Orgullo».

Nuestra reportera Inés Cotilla, al conocer la noticia, no ha dudado en trasladarse a la sede de Ciudadanos, donde para entrar ha tenido que pasar grandes controles de seguridad, no en vano, recientemente ha sido reforzada con concertinas y decorada con una enorme veleta que corona su fachada.

Una vez dentro ha podido hablar con el holograma de Albert Rivera porque el de carne y hueso se encuentra en paradero desconocido desde hace semanas, «estamos muy contentos con esta compra, es una gran inversión, ahora podremos ir a Rentería a liarla o a cualquier otro sitio donde haya follón sin miedo a represalias, se van a cagar con Ciudadanos».