La incertidumbre se ha instalado entre las tabaqueras de todo el mundo, al ver peligrar sus ingresos tras conocer una nueva técnica llevada a cabo por una joven malagueña, que consiguió dejar de fumar comiéndose un donut cada vez que le entraban ganas de fumar.

Hasta la sede de Philip Morris en Nueva York, se ha desplazado un equipo completo de Cabronews, para entrevistarse con Chuk Morris, uno de los grandes ejecutivos de la compañía que, además es familia directa de su fundador. Estas fueron sus palabras:

«Temíamos que esto iba a pasar tarde o temprano. Se han inventado parches, caramelos, chicles, vapers y un largo etcétera de tratamientos para intentar que la gente deje el tabaco, pero nada ha podido con el enganche que nosotros proporcionamos desde hace años».

«Estamos trabajando para paliar las posibles pérdidas, intentando boicotear a Bollilandia y Dulcesol y si esto no funciona tendríamos que absorber a sendas compañías, para dejar de fabricar esas ricas rosquillas del diablo y sacar a flote nuestro negocio».