El deporte no para de sorprendernos y es que año tras año se baten récords que parecían inalcanzables. Ahora ha sido el turno de los 50 kilómetros marcha.

El pasado fin de semana se celebró el campeonato de Europa, donde uno de los representantes españoles, Agustín Tolimón, logró batir el récord del mundo con una marca de 2 horas y 20 segundos, bajando en una hora la anterior marca.

Lo increíble de esta historia es que Agustín nunca había corrido en su vida, era politoxicómano y vive en un polígono de Alcobendas. Un entrenador de atletismo del polideportivo del barrio se fijó en él, ya que no paraba de ir y venir andando a gran velocidad durante todo el día.
En declaraciones a la prensa deportiva, el descubridor de este nuevo plusmarquista dijo:

“Lo veía siempre pasar con su inconfundible -velocidad paquetillo- y pensé que podría ayudarlo a salir del mundo de las drogas”

El entrenador tuvo que decirle a Agustín que tenía escondida la papelina a las afueras de la ciudad, así el “corredor” se apresuró para llegar a la que era la línea de meta. Ese fué su último chute.