Hoy les presentamos la historia de Iñigo Ordito, el cual sintiendo aproximarse las calores del verano, se propuso perder 5 kg y lucir cuerpito en el veranito.

Iñigo empezó una dieta de esas que llaman milagrosas a manos de una dietista reputada, la doctora Elena Delgaza pero su afición a las pizzas, la cerveza y los aperitivos le llevaron a saltársela con mayor frecuencia de la que él hubiese deseado.

Un mes más tarde, el señor Ordito acudió de nuevo a la consulta para su revisión de peso y al entrar por la puerta, la doctora Delgaza ya notó que la cosa no había ido por buen camino y al subirse a la báscula sucedió lo que ni dietista ni paciente querían ver, 5 kg más de peso que el mes anterior.

Uno de nuestros reporteros, Francisco Tilla, ha acudido a la consulta para entrevistar a la doctora y sus declaraciones sobre el caso son las siguientes:

«No hay problema, pasamos al plan B, esta misma tarde envío un equipo a su casa para colocar candados en las estanterías de los aperitivos, un dispositivo que da calambre cada vez que se abre la nevera y llevar un cartel con la cara de Iñigo con frase -no servir a este hombre- a todos los bares y establecimientos de comida de su barrio».

«Si se salta estas medidas y sigue sin perder peso ya pasamos al plan C, un agente que le siga las 24 horas del día y le pegue con nuestra porra terapéutica cada vez que coja lo más mínimo de comida fuera de su plan de dieta».