La siguiente historia trata sobre José Fernandez Treñido, el cual programó con su mujer un viajecito a la playa de dos semanas para poder desestresarse del trabajo y compartir tiempo en familia, aunque si bien no es menos cierto que a veces la familia puede estresar más que el trabajo.

José, como tantos y tantos culo fino que rondan por ahí, estaba más preocupado de ir al baño que de cualquier otro asunto a resolver durante las vacaciones. Ya que otros años había tenido que viajar más de 500 km en medio de las vacaciones solo para poder cagar en casa y luego volver a su lugar vacacional.

Pero este año no estaba dispuesto a semejante preocupación por lo que decidió arrancar su váter y las cortinas de la ducha, que es lo que tiene delante en el sagrado momento de dar de vientre y llevarse todo el conjunto al hotel.

Desgraciadamente el plan de José no tuvo buen final, ya que tu casa es tu casa y no las cosas que tiene dentro, y a cinco días de volverse tuvo que dejar a su familia en el hotel y acortar las vacaciones en busca del calor y la seguridad que te da cagar en tu cuarto de baño.