Hola, me llamo Nerea Eligometxorrea, tengo 32 años, soy de Bilbao y, me he dado cuenta en este periodo de encierro que soy ninfómana. Escribo estas líneas por si le pueden servir a alguien que como yo, no pueda aguantar más el deseo de mantener relaciones. Bueno, también aprovecho para lanzar un mensaje a esos chicos de Bilbao que usan Glovo, para que estén atentos a las posibles señales de seducción que les puedan mandar cuando una repartidora les lleve su pedido.

La idea me surgió cuando, después de una semana pidiendo a estas plataformas dos veces al día para que me trajeran comida y de paso intentar cepillarme al repartidor, me dí cuenta de que aparte de que me salía muy caro, el nivel de éxito era muy bajo porque no todos querían «darme fuerte y flojo» o en ocasiones venían chicas, así que decidí ser yo la repartidora. Ha sido la mejor desición que he tomado en mi vida.

Son todo ventajas, puedo salir con mi bicicleta y llamar a 12 ó 15 puertas al día donde la probabilidad de mojar es altísima, jamás imaginé lo caliente que está la gente sin poder salir de casa. Tengo un sueldo que aunque no sea muy bueno, me ayuda por lo menos a no tirar de ahorros y, en algunas ocasiones hasta me dan unas propinas muy generosas. En 10 días llevo ganado más en propinas que de salario.

Así que a todas esas chicas o chicos que sentís ese calor por dentro y tenéis esa necesidad imperiosa de sofocarlo, esta es la mejor opción. Yo tengo ya una lista de «follamigos» cercanos a mi casa para los días que no tengo ganas de repartir. Sé que estoy infringiendo la ley cuando salgo sólo a «pillar cacho», pero ya sabemos que la jodienda no tiene enmienda.