Es increíble cómo en tiempos de crisis las personas se crecen ante la adversidad y las situaciones desfavorables y consiguen crear de muy poco, algo muy grande.

La protagonista de nuestra siguiente noticia Dña. Consuelo Guardado, vecina y nacida en el popular barrio de Gracia de Barcelona, asegura no haber devuelto ninguna pinza de la ropa que caía en su patío desde octubre de 2009.

Gracias a uno de nuestros reporteros residentes en Barcelona, hemos podido llegar los primeros al domicilio de Dña. Consuelo, que muy gentilmente nos ha invitado en su salita de estar a champagne francés y a un exquisito caviar ruso mientras nos contaba el secreto de su éxito.

«Hasta que despidieron a mi marido de la obra devolví todas y cada una de las pinzas de la ropa que caía en mi patío, me lo dejarón parado y me obsesioné con guardarme todo lo que brillaba».

«Empecé guardándolos en el dormitorio de mi Antonio, que se quedó vacío. Pasados diez años conseguí tener 32 millones de pinzas repartidas entre mi casa y una nave de que tiene mi cuñado».

«Hoy ha salido el ultimo camión rumbo a Tarifa (Cádiz), un chino ha pagado un millón de euros,  ¿para que querrá tantas pinzas?», finaliza Consuelo invitándonos a salir a toda prisa.