Hola, os escribo porque os sigo desde hace tiempo y estoy muy desesperado, me encuentro genuinamente mal y, es que esta cuarentena me está destrozando literalmente la vida.

Os cuento, yo siempre he sido un tipo corriente, tengo mi mujer y dos hijos que lo son todo en mi vida. Me gano la vida con un pequeño negocio de hostelería y, aunque de joven era un poco putero, ya con los años me centré y siempre he sido un buen marido y un buen padre.

Pues bien, este mes y medio me he metido en un pozo del que no sé salir. Yo, por mi trabajo, conozco a mucha gente y bueno, aunque tengo muchas clientes que están de muy buen ver, yo siempre he sabido mantener las distancias pero con este encierro me he venido abajo.

Resulta que un día, aburrido decidí entrar un rato en el messenger y me saltó Susana, que es una de mis clientas cañón. Claro ella está soltera, sola en casa, con la única compañía de sus dos gatas y su consolador. El caso es que la conversación fue subiendo de tono y la colega me llama para que yo la escuche masturbándose, buf no sé cómo explicarlo pero en aquel momento el cerebro me hizo clic y desde ese día no puedo hacer nada más que pensar en cuando me va a llamar, cómo me las voy a apañar para esconderme en el baño y escuchar sus gemidos mientras se corre.

Ayer mismo mi mujer me tiró los trastos y yo le he propuesto que me llame desde el cuarto de al lado pero me mira como si estuviese enfermo. He perdido las ganas de jugar con mis hijos y de estar con mi mujer porque no puedo desconectar de Susana, ¿qué hago?.