Los alemanes no podrán entrar a su país hasta el próximo 22 de octubre si el origen de sus vuelos son las Islas Baleares. El motivo de la medida adoptada es preventiva ante el Covid-19 y viene acompañada de un informe de los Servicios Sanitarios de Berlín, que asegura que «los alemanes vienen a España a beber y a rozar cebolleta, el riesgo de contagio es alto».

Para evitar revuelo, el equipo de Gobierno de Angela Merkel, está diseñando unas ayudas para inyectar a sus ciudadanos grandes cantidades de dinero para que puedan seguir «disfrutando» en las Baleares y además, prohibirán a las empresas que tengan represalias por no presentarse en sus puestos de trabajo.

Karen Strangeseen, homóloga del Ministro Illa en Alemania, ha asegurado a un medio internacional que no viajaría a España ni muerta, «después de ver las imágenes del ascenso del Cádiz entiendo muchas cosas», subrayó la ministra.

Por otra parte, en el Gobierno de España ha caído la noticia con agrado ya que alegrará la economía del archipiélago, aunque ven un peligroso «efecto llamada», y esperan que muchos españoles quieran empadronarse en Alemania y viajar cuanto antes a Ibiza.