El hecho ha tenido lugar esta mañana en un pueblo ganadero de Navarra, cuando el propietario de una explotación de vacas, José Fernández Plosivo, ha encendido a primera hora de la mañana un cigarro dentro del establo y debido a la altísima concentración de gas metano, producto de las flatulencias de los animales acumuladas durante toda la noche, se ha producido una explosión que ha terminado con el tejado de la nave en el patio del vecino.

Por suerte para José, un carrillo de manos le cayó encima salvándole la vida y las vacas, al encontrarse aún dentro de sus compartimentos, tampoco sufrieron daño alguno. Sin embargo, el tejado del establo aún permanece en el patio del vecino que no ha dejado de quejarse desde entonces porque ha caído encima de sus flores.

Nuestro Reportero, Agustín Trepido, se ha desplazado al lugar de los hechos para intentar recabar más información y entrevistarse con el señor Fernández Plosivo, pero éste aún bastante desorientado solo ha sido capaz de articular las siguientes palabras, «Pavernos Matao».