Marisol Tera, natural de Oviedo, tuvo que ser atendida de urgencias esta mañana al sufrir una severa deshidratación por el uso del satisfyer, durante demasiadas horas. Según parece al succionador no le quedaba nada que succionar y comenzó a extraer hasta la última gota de agua del cuerpo de esta joven desdichada.

Para hablar con los enfermeros que la han atendido hemos enviado a nuestro reportero Fermín Trepido, estas han sido sus declaraciones:

«Esta chiquilla ha llegado aquí con la boca igual que si llevara dos días pegando sellos y la piel como la de una alemana de 70 años que lleva afincada 20 años en La Costa del Sol», «el tratamiento ha sido sencillo, la hemos metido en una bañera y le hemos metido una manguera de agua por la boca», «eso tragaba agua por los poros como si fuera una esponja», «en un par de horas como nueva, le han dado el alta y se ha ido para casa con una sonrisa de oreja a oreja, casi diría que la sonrisa le daba dos o tres vueltas a la cara», «se ve que el gustito aún lo llevaba en el cuerpo».