La moda de comprar aparatos inteligentes que piensen por nosotros ha llegado al mundo del motor, por lo que cada vez más modelos incluyen toda clase de mejoras que hacen, o eso se supone, la conducción más fácil.

Sin embargo no todo el mundo esta conforme con que su coche piense por él y esto precisamente le ocurrió al protagonista de esta noticia, el señor Antón Tito, quien poco después de recoger su flamante coche nuevo del concesionario descubrió una función con la que el vehículo le hablaba.

Los primeros días todo fue bien, pero pronto el coche empezó a sugerirle lugares a donde ir, que caminos tomar e incluso cómo debía conducir. Por lo que Antón, que no se caracteriza precisamente por su lucidez mental, comenzó a discutir con el coche, el cual ironizaba con sus respuestas y lo dejaba en ridículo.

Ante tal desfachatez, Antón apagó el motor y empujando el coche lo llevó hasta el concesionario donde entró diciendo, «por favor, me lo descambian por un coche que sea por lo menos más tonto que yo».