First Dates ha confirmado la excelente relación que une a los jefes de la oposición. Fue una velada donde las miradas picantonas y las sonrisas cómplices fueron a mas conforme el vino se agotaba lentamente en sus copas.

Las bromas fueron la tónica general de la cena, «quien me iba a decir a mí que ibas a ser tan liberal, lo liberal me pone mucho, no lo parecías la primera vez que te vi en la televisión» le decía un Casado picaron, «pues ya ves, y quien me iba a decir que ibas a tener el carácter ese que me sacas a veces cuando te enfadas con Sanchez, con la carita de niño bueno que me traías al principio en el Parlamento» le contestaba un cariñoso Rivera.

La velada transcurría entre las batallitas de Casado sobre sus vacaciones en Yate y los estudios en el extranjero y las conquistas de Rivera, que aprovechaba a menudo para levantarse e ir al baño un momento. Luego volvía y no paraba de hablar durante un buen rato, pero esto a Casado no parecía importarle ya que a la hora de la verdad, le dio el sí a una nueva cita.