Una encuesta realizada entre más de 1000 pediatras de distintos países ha arrojado a la luz un dato que ya muchos de los que somos padres sabíamos. La paternidad/maternidad está sobrevalorada.

Según los profesionales las parejas que optan por tener hijos lo hacen desde la perspectiva poética del acto y dejándose guiar por las películas. Pero después de mucho trasnochar, escuchar llantos y quejas e incluso peleas entre hermanos, para aquellas parejas más osadas, se dan cuenta que quizás no era el momento de tenerlos o que con uno ya habría sido suficiente.

Este hecho hace que en los últimos tiempos se esté popularizando la frase, “yo quiero mucho a mis hijos pero…”, y ya cada uno la termina como quiere, desde el sencillo “dan mucho trabajo” hasta el más radical “los mataría ahora mismo”.