Esta semana hemos conocido el extraño caso de Mercedes Confiada, vecina de un pueblo de Alicante, que tras los rumores de que su marido había estado frecuentando a Mari la pescadera, ha decidido pedir una prueba de maternidad al sospechar de que Mari y no ella pudiera ser la verdadera madre de su retoño.

Aunque el relato pudiera parecer surrealista hasta aquí, todo se complica aun más cuando Mercedes llega a la clínica con una muestra del ADN de su hijo, el de Mari la pescadera y el de ella misma.

La enfermera que la atendió nos cuenta el suceso:

«Cuando esta señora llega con los tres botes y nos cuenta el caso, lo primero que se nos pasó por la cabeza fue que era una cámara oculta, así que todos empezamos a mirar por los rincones, pero nada, aquella señora se creía su propia historia», «yo me decantaba por explicarle la verdad, pero un médico de aquí que es un cachondo propuso que le gastáramos la broma, así que la convenció de que la Mari era la verdadera madre de su hijo, que ahí se habían mezclado los genes y que había un puchero curioso en la genética del niño».

Según el informe policial del mismo día Mercedes entró en la pescadería, agarró a la Mari por el pelo y la sacó a tirones hasta la calle. Según testigos presenciales Mercedes no paraba de chillarle, «me vas a pagar hasta el último euro que me cueste criar al niño».