El Juzgado de Instancia número 1 de Madrid, ha condenado a la compañía japonesa de fabricación de balones Mikasa e indemnizar con 2,1 millones a un niño por un balonazo. Incluso tendrá que crear un fondo de compensación, de otros 10 millones para futuras reclamaciones.

La condena es la mayor concedida hasta ahora. El abogado de la Plataforma “Afectados por los balonazos de Mikasa”, Álvaro Futbolero, explica que dicha condena reconoce que la compañía Japonesa usaba una aleación de plomo y cuero para hacer sus balones. Además de una esponja en su interior que en los días de lluvia lo convertían en un auténtico misil.

“Por fin se podrá hacer justicia a todos los que hemos sufrido los pelotazos de Mikasa en nuestras carnes”. “Dicha sentencia crea jurisprudencia, es decir, cualquier afectado podrá denunciar a la compañía y reclamar parte de la indemnización”.

“Los hechos que abrieron la causa, se remontan a 1992, cuando un niño llegó a su casa con la cara marcada de triángulos y en la frente la palabra Mikasa”. Su abuela le tomó una fotografía, que ha sido clave para poder ganar el juicio y poder recibir los 2,1 millones de euros. Nos cuenta el abogado, con la cara llena de triángulos.