Ha llegado a la redacción el caso de Javi Vidor, un empleado público que, ante el anuncio de su médico de que solo le restaban dos meses de vida, ideó un plan para delinquir a lo grande y alargar su existencia todo lo posible, aunque fuese entre rejas.

«Yo he sido siempre un tío muy previsor, muy ordenadito y lo de mi médico me dejó muy descolocado, tuve que dar un giro de 180º a mis planes de futuro. Pasé de planificar la compra de una casita en la playa a diseñar un plan para robar 3 bancos en una semana usando armamento militar».

«Lo cierto es que estoy encantado, todo salió como estaba previsto. Me pillaron tal y como tenía planeado, me cayeron 30 años de cárcel que era lo que yo tenía calculado y ahora, que llevo 4 años en el talego, mi médico dice que estoy como una rosa, ¡Ya solo me falta que me den el tercer grado!».