Ya lo dice el refranero español, y es que no hay nada más feo que pegarle a un padre con un calcetín sudado.

Esto al menos es lo que ha considerado el juez Juan Diez Tricto, que ha mandado al reformatorio a un joven de 16 años por agredir a su progenitor con el calcetín usado durante un partido de fútbol con los amigos.

El chiquillo harto de oír al padre gritar desde la banda «arbitro cabron», «defensa eres un blandengue», «delantero te mueves menos que mi tía la coja…», se quito la bota, despues el calcetin, y corrio hacia la banda con la maloliente prenda en las manos.

El calcetín en cuestión tenía el típico color marroncete que se les queda después de jugar en campos de barrio, mezcla de sudor y albero.

El padre despues del incidente solo ha declarado “mi hijo es buen chaval, pero no veas como le apestan los pies.