Ha llegado a nuestra redacción el caso de Débora Dora, una joven extremeña, que para intentar conquistar a su vecino nutricionista, Josechu letón, decidió trazar un plan que no le salió según lo previsto.

Lo contaba en un programa de radio, por suerte uno de nuestros reporteros tomó nota de todo, os dejamos las declaraciones de Débora:

«Mi vecino estaba buenísimo pero era vegano así que yo no podía ser menos que él y desde la primera cita le aseguré que a mi también me iba eso de comer como las vacas. Cada vez que íbamos a un restaurante a cenar intentaba que no se diera cuenta de la mentira y siempre pedía la misma basura: Brocolí, Dátiles, pasta integral sin gluten, legumbres cocidas, hamburguesas de tofu»…

«Tuve que vaciar la nevera de mi casa de comidas ricas y llenarla de hierbas y hojas para que no sospechara nada. A la semana de salir con mi vecino mi madre tuvo que ingresarme en un psiquiatría porque me pilló comiéndome la comida del perro a escondidas del nutricionista, al menos allí el mes que estuve comí cosas buenas», sentenciaba Débora.