Ikea ha presentado un comunicado hace unos días donde asegura que están hartos de barrer transeúntes al cierre del negocio y que han decidido quedárselos para fabricar sus famosas albóndigas.

Esto resuelve de un plumazo los dos grandes problemas de Ikea, los rezagados y la falta de materia prima para la fabricación de albóndigas.

Nuestro reportero Fermín Trepido ha podido charlar con el precursor de esta idea y estas son sus declaraciones:

«Últimamente no ganamos para guardias de seguridad, pasar por la tienda entera a última hora no es tarea fácil y entre los rezagados, los perdidos y los que intentan quedarse a dormir, esto por las noches parecía el centro de Madrid», «sin embargo desde que hemos hecho público que nos vamos a quedar con todos para hacer albóndigas, no ha quedado ni uno solo», «es una maravilla verlos correr para la puerta cuando se anuncia por megafonía que quedan 15 minutos para cerrar» concluye con orgullo el misterioso gerente.