Los problemas no cesan para esta pequeña heroína y es que, además de respirar el humo que producimos los demás humanos, ahora encima tiene que soportar el regalo envenenado de la Junta de Extremadura.

Y es que, el gobierno extremeño con su mejor intención, ha ofrecido sus trenes para llevarla a Madrid contaminando lo mínimo posible, y de hecho, en parte lo ha conseguido porque no ha podido contaminar ni un poco ya que lleva una semana esperando en el anden.

«Tengo sentimientos encontrados» nos cuenta Greta, «por un lado es un fastidio estar encerrada en esta estación de trenes desde hace una semana, pero por otro estoy agradecida porque aquí metida no soy dañina para el planeta».

Por su parte, el gobierno extremeño ha tenido que salir al paso negando que exista ningún problema, «lo cierto es que no existe ningún imprevisto o avería, el problema es que Greta llegó justo cuando salía el último tren y la frecuencia de paso es la que es, pero vamos que ya está apuntito!», nos cuentan mientras deleitan a Greta con el mejor Jamón de la región.