Son muchas las personas que debido al aburrimiento, la gula o cualquier otra causa desconocida, van al frigorífico, lo abren y lo vuelven a cerrar para volver al sofá con las manos vacías repetidas veces en una misma tarde.

En Cabronews nos hacemos eco del caso de Alberto Desganado, un vecino del municipio alavés de Salvatierra que ha solicitado ayuda a un especialista para que le oriente y así poder dejar este hábito que aparte del gasto desorbitado de luz, también le está afectando en su día a día al cansarse en demasía de tanto paseo a la cocina.

Según el psicólogo que lo trata, el Dr. Locuelo, Alberto, cómo otras muchas personas, sufre esta anomalía mental debido al aburrimiento que sufre en casa.

«Para estos casos recomiendo que cambien de pareja, es duro pero a las pocas semanas se le olvida a la persona hasta de comer debido al fervor y la pasión que imprime la nueva compañía», certifica ante nuestros micrófonos este prestigioso doctor.