Tras años sufriendo unos arbitrajes absolutamente calamitosos, la entrada del VAR se vive en el Real Betis como una gran oportunidad. No obstante, en la secretaría técnica de Serra Ferrer no se fían, saben que muchas jugadas pueden dejar de ser revisadas y con ello, dejarse muchos puntos en el camino. Es por ello que no han dudado en peinar el mercado y mirar a la cantera de invierno para tomar cartas en el asunto y es ahí, donde surge la idea de contar con Charlie.

Charlie es una ardilla del barrio de Heliópolis, una bética de toda la vida conocida por colarse en la ciudad deportiva e insultar a todos los árbitros que se atreven a pitar contra su equipo del alma: «Hombre yo trato de ser respetuosa lo que pasa es que a veces me lo ponen muy difícil, date cuenta que yo me llevo toda la semana de rama en rama, buscándome la vida y para un rato que puedo comerme unas pipas agustito viendo al glorioso me viene un señor de negro a tocarme los cojones».

La vehemencia de Charlie la ha llevado a labrarse el sobrenombre de «Charlie McEnroe», cada jugada es discutida por el incansable Charlie, lo que ha terminado de convencer a Serra: «Charlie es lo que necesitamos, esa ardilla cojonera hará que los árbitros tengan sudores fríos y se lo piensen dos veces antes de maltratar a nuestro beti» ha sentenciado.