Mi nombre es Gustavo Pito Bravo, tengo 32 años y quiero dejar escrito a través de este medio, la sensación de alivio que he experimentado a raíz de proponerle a todas mis «follamigas» encargarme de sus recados, con el único fin de verlas un ratito. Alguna se aprovecha y tira de mí para que le lleve tabaco o alguna otra cosa y aún no han tenido un detalle conmigo. Pero con la mayoría estoy supercontento.

Han sido muchos días sin contacto físico y, seguramente fue esa necesidad la que me llevó a tener la gran idea de ponerme en contacto con todas las chicas de mi «chorvo-agenda» a la vez, con un resultado mucho mejor de lo esperado.

Fueron pocas las chicas que no accedieron a la llamada de desesperación que lancé porque aunque no lo crean, la gente tienen muchas ganas de relacionarse e intercambiar fluidos y sensaciones. Nos podrán dejar sin fútbol, sin bares e incluso sin trabajo, pero jamás las personas renunciarán a tener orgasmos.

Mañana tengo el día programado para llegar a casa habiendo hecho triplete, a ver si tengo suerte, me sale todo bien y corto oreja y rabo. Hasta ahora me he librado de la policía pero he estado echando cuentas y me merece la pena arriesgarme a que me pillen saltandome el confinamiento. A mí ya que me quiten lo bailado.