Jose Antonio frutales, conocido en su barrio como «el acosador lingüístico”, y que se encontraba a la espera de juicio, ha vuelto a ser denunciado, ya es la tercera vez que la frutera lo denuncia. Podemos hablar de un claro ejemplo de reincidente.

Hemos tenido la oportunidad de hablar con J.A.Frutales, antes de entrar de nuevo  en arresto domiciliario.

“ Ya no sabe uno como acertar, esta es la última vez que me pasa, la primera vez que me pasó fue por preguntar si tenía las peras duritas, la segunda por si tenía el higo blandito”. “Me he dado cuenta que lo que realmente le molesta a la frutera, es la dureza de las frutas “.

“ La próxima vez que vaya a comprar me referiré a la fruta por su color, a ver si no me caen más marrones”.

“Pero lo peor será cuando se entere mi parienta, que otra vez tendrá que llevarme  los táperes a la cárcel”. Nos confiesa apenado.