Me llamo Rafaela Traviesa, tengo 37 años, vivo en Cádiz y, me gustaría que esta carta llegara hasta todos los rincones del país para que no le pase a nadie lo que me ocurrió a mí, el sexto día de confinamiento cuando decidí salir a comprar algo para fumar, con la mala suerte que después de encontrar algo de hierba, me pararon los municipales en la última rotonda antes de llegar a casa, en un control rutinario.

Fue bajar la ventanilla y noté como se le dilataban las pupilas al guardia, un segundo antes de esbozar una sonrisa que no me inspiró ninguna confianza. Era tan fuerte el olor a marihuana en el coche que ya salivando me dijo que bajara del coche, llamó a una compañera para cachearme como si no hubiera un mañana, hasta que dio con la bolsita de 10€ de «Mamba Negra» que había pillado 8 minutos antes.

No se creían que una bolsita tan pequeña podía desprender ese olor tan intenso y se empeñaron en ponerme el coche boca abajo buscando más hierba. Tras más de 45 minutos de registro me invitaron a quedarme en el coche y se llevaron la bolsita, mi documentación y la del vehículo.

Me iba a dar algo. Tras 10 minutos con un ritmo cardíaco más acelerado que las válvulas de Maradona, sola en mi coche a la espera de ver cómo me escapaba, me llega el guardia con tres denuncias para que las firmara, una de 600€ por saltarme el confinamiento, otra que ya me llegará por tenencia de estupefacientes en la vía pública que pueden ser de 300€ a 3.000€ y otra de 200€ más 2 puntos del carnet por no llevar el cinturón de seguridad abrochado y por supuesto, sin porros. Desde entonces no salgo de casa, andar con cuidado porque os pueden salir los porros más caros que el oro blanco, para evitarlo, ¡Quédate en casa!.