Según datos de una encuesta realizada por el departamento de estadísticas de Cabronews, el número de hombres casados que orinan sentados ha crecido en el último año de manera considerable.

Dicho aumento coincide con la bajada del desempleo entre las mujeres y con el reparto de tareas en casa. La gran mayoría de hombres lo hacen para evitar que sus esposas les regañen al salpicar la taza del WC.

«Yo decidí hacerlo porque en el reparto de tareas me tocó mantener los baños limpios y de esta manera me aseguro limpiarlos con menos frecuencia, al mantenerse limpios más tiempo», nos comentaba uno de nuestros encuestados de forma anónima.

«Una vez te acostumbras es mucho más cómodo, mientras orinas puedes estar consultando las redes sociales o leyendo cualquier artículo. También 2 de cada 5 veces te entran ganas de cagar y eso que te llevas». Sentencia este anónimo señor, convencido de que le ha cambiado la vida desde que cambió su forma de orinar.