A oídos de nuestro reputado reportero Francisco Tilla ha llegado el caso de esta comunidad de vecinos ubicada en el casco viejo de Girona que finalmente, ante las evidentes y profundas desavenencias que vivían en las reuniones de la comunidad, ha decidido poner un bote y contratar al mismísimo Ferreras para moderarlas.

De esta singular situación nos ha hablado el mismo periodista, «es todo un honor que cuenten conmigo como una figura de consenso, además es divertidísimo, el otro día andaban discutiendo sobre qué empresa contratar para arreglar el ascensor, unos querían poner urnas para votarlo y otros entendían que eso era un referendum ilegal encubierto».

«Al final lo echaron a piedra, papel o tijeras que entendían que no era de derechas ni de izquierdas pero el problema vino al descubrir que la empresa era de Madrid y ahora el ascensor solo lo usan los constitucionalistas que son abucheados desde la escalera por sus vecinos al grito de fascistas«.

Por su parte, el presidente de la comunidad ha querido agradecer la labor de Ferreras, «es un verdadero profesional, el tío se trae 4 pantallas y 7 cámaras para retransmitir las reuniones y darle emoción y bueno, la verdad es que ahora estamos deseando que lleguen las reuniones de vecinos, nos seguimos odiando a muerte pero ahora ¡nos odiamos con gusto!».